Parménides

Parmenides:A veces pienso que tan mal te hago. Cuanto daño te demuestro todas esas veces que mal interprete lo que me decias. Hace años que salistes de paseo sobre una yegua a cabalgar por tu via, y hasta varias veces me parecio mirarte desde lejos pero en otro camino, y ese es mi problema. Descubri que ya no quiero estar de este lado, que a partir de hoy prefiero que me lleves de la mano, que me empujes, me grites, me marees y hasta te enojes si fuese necesario para encaminarme. Varios tomaron tus palabra como una duda, y en realidad tampoco fue tu culpa... el tiempo se encargo de borrar las letras y dejar testimonio de lo perdido. Hoy quiero que sepas lo importante para mi que es elegir bien. Lo que deseo escaparme de esta maldita doxa y bañarme con el logos que vos proponias. Preocuremos que Cordero y Cassin se amiguen, que dejen de parafrasear sobre si mostras o mencionas, a mi me importa saber que decias, me importa escucharte con los oidos bien abiertos y los ojos completamente compenetrados en ese Logoi. Saber que si mis sentidos me engañan, vos no, yo te entrgo mi corazon.
Vamos Parmenides!, vamos... corramos el tren que ya viene, la vida se corre, y nunca se para, vamos que es necesario llegar antes, que vos tenes entrada y yo te necesito a vos para alegrar mi alma...
Vamos, no me dejes sola que mientras todos discuten yo te alago en silencio...
Vamos que yo se que debo cerrar los ojos para mirarte...
Vamos que yo se que debo tapar mis oidos para oirte...
Vamos que soy conciente que no debo dormirme en confusiones, que debo escuchar a Heraclito y amar a Parmenides...
Vamos hombre, que el cosmo sigue...
Vamos que pienso seguir tus huellas...
Vamos Parmenides, corre el tren, que el tiempo te dejo aca...
Lucha por seguir tu camino, pero antes que nada, no te olvides de llevarme contigo.
Gracias por haber construido este castillo que Gorgias descree, Heraclito insendia y que vos liberas...
Laura.